El cuestionario estupendo
Sapristi -
¿Cuál dirías que es la edad estupenda?
Diría que es a partir de los 40 y los 50 hasta el infinito, pero en el fondo estoy convencida de que la edad estupenda es una actitud, y que puede ser cualquier edad.
La edad estupenda también podría ser un estado de ánimo, no? Hay jóvenes que ya se sienten como los protas del libro. ¿Qué les está pasando?
Sí, es un estado de ánimo, una actitud… Por decirlo de otra manera, al final lo de la edad es algo que se lleva más por dentro que por fuera. En un momento de la historia la humanidad decidió ponerse a contar el tiempo y entonces pasamos a «cumplir años», pero hay personas de 60 tacos con un espíritu más joven que muchas de 20, por ejemplo.
Que haya jóvenes que ya se sienten como las protas del libro no me parece raro, aunque cuando empecé a darme cuenta, porque me lo comentaban algunas amistades treintañeras, me sorprendió un poco. En general, diría que hay un estado de ánimo coyuntural que nos afecta a todas las personas, por lo que es fácil que la gente más joven también se sienta identificada con los personajes del libro.
Con tus personajes has creado un mundo, unos estereotipos (en el sentido positivo) de caracteres humanos bastante comunes y divertidos. ¿Te has basado en personas que conoces de verdad? Cuéntanos un poco la trastienda de los protas.
Hay tres personajes inspirados en personas que conozco de verdad, y partir de esa inspiración, exageré y caricaturicé a los personajes. Son Uma, Lida y El estupendo. Uma está inspirada en una amiga mía que siempre me ha hecho de «hermana mayor» y me ha puesto los pies en el suelo muchas veces. Lida está basada en otra amiga que tiene dos hijos adolescentes, aunque los de mi amiga no le dan tanta guerra. El estupendo está basado en mi pareja, y las «escenas de cama», la mayoría de las veces, están basadas en hechos reales. El resto de los personajes están inspirados en diversas personas, cada uno de ellos está creado a partir un batiburrillo de conocidos, de tipos de personas que conozco. Creo que todos y todas tenemos un poco de estos personajes.
¿Cómo trabajas las viñetas? ¿Primero viene el gag y luego lo dibujas? ¿Cómo te surge todo ese universo de situaciones para plasmar en viñetas autoconclusivas?
Todo empieza con una idea para un gag, y casi siempre viene asociada a uno de los personajes. A partir de ahí voy desarrollando la viñeta: primero hago un dibujo a lápiz, luego lo entinto, lo escaneo y lo pulo un poco en digital. En paralelo a todo este proceso voy trabajando el texto, intentando quedarme con lo esencial. Ese universo de situaciones surge de cualquier parte, siempre llevo la antena puesta, no puedo evitarlo: las ideas para las tiras salen de algo que veo en la calle, de algo que me cuenta alguien, de algo que me preocupa, de alguna noticia que leo, de burradas que se me ocurren… incluso de las traducciones que hago –porque también me dedico a la traducción– me salen ideas para una viñeta, como la de la arthropleura (pág. 82): al saber lo que hacía ese bicho me imaginé a Cándida encontrándole una utilidad práctica.
¿Te ves reflejada en alguno de los personajes?
Aunque mi alter ego inicialmente era La estupenda, ahora me veo reflejada un poquito en todas, porque creo que todas (y todos) tenemos un poco de cada uno de estos personajes: hay gente muy Cleo, gente muy Íñigo, muy Lucero del Alba… y todos conocemos a algún Chicho. Angus es un poco mi yo oculto y confieso que en ocasiones soy un poco como Cándida (por ejemplo, en la viñeta del tiburón de la pág. 54).
Si se hiciera una serie o unas cápsulas televisivas con este cómic, qué cásting harías si pudieras elegir? Nacional o internacional, lo que tú quieras.
Así, de entrada, creo que Macarena Gómez sería una Angus fantástica y que Melani Olivares, de rubio, sería una Lida perfecta. A Lucero del Alba la podría interpretar Yolanda Ramos, creo que le quedaría muy bien. En el papel de Cleo veo a María Hervás. Para Uma me imagino a Adriana Ozores, en el papel de Cándida veo a Judit Martín, y para interpretar a La estupenda me imagino a Lola Dueñas.
En cuanto a los chicos, creo que Rober Bodegas o Julián López serían un Íñigo perfecto, y que tanto Iván Massagué como Raúl Cimas darían mucho el pego en el papel de El Chicho. Para El estupendo creo que podría encajar Tristán Ulloa. ¡Y Berto Romero quedaría genial como Crescencio!