El último coyote
Connelly desvela un episodio oscuro en la vida de Harry Bosch.
Bosch se resiste a ver al médico asignado por la policía de Los Ángeles, pero finalmente acaba reconociendo que un hecho trágico del pasado continúa interfiriendo en su presente.
En 1961, cuando tenía once años, su madre, una prostituta, fue brutalmente asesinada. El caso fue repentinamente cerrado y nadie fue inculpado por el crimen. Bosch decide reabrirlo buscando, si no justicia, al menos respuestas que apacigüen la inquietud que le ha embargado durante años.