Aguas gélidas
“Este libro es como una tormenta de verano. Hermosa de admirar hasta que funde las luces de tu casa, dejándote a solas en la oscuridad”. Michael Connelly
Bradford creció en la zona, pero su familia desconoce cómo fueron sus primeros años, por qué abandonó precipitadamente su localidad natal, ni cómo obtuvo su inmensa fortuna. Eric no lo tiene fácil para descubrir los orígenes de Bradford: trata con tipos de lo más excéntricos, suda para ganarse la confianza de la gente del pueblo -reticentes, por un misterioso motivo, a contar nada acerca de los Bradford- además de sortear a aquellos que quieren abortar su investigación.