Enmendar a un granuja
Una institutriz jamás debe cuestionar sus órdenes... mientras él no la tiente con dejarse llevarse por sus pasiones. Nunca debe enamorarse... ni siquiera cuando sus besos sean lo más devastador que una mujer pueda a llegar a sentir jamás.
Alexandra Gallant es una extraordinaria institutriz y ningún desafortunado incidente puede obligarla a aceptar el empleo que le ofrece el más infame de todos los libertinos londinenses. Aunque dicho hombre sea el más atractivo y pecaminoso de todos y sus besos ardientes y las palabras susurradas sean las más seductoras que haya oído en la vida...